El concepto de utopía ha sido utilizado generalmente para cuestiones sociales, panoramas ideales, contextos perfectos donde todo es tal como se desea.
En América Latina la democracia, la justicia social, los derechos humanos, la seguridad, son siempre parte de un sistema utópico que nunca mis ojos han visto o verán y que han cobrado tantas vidas como imposible sería nombrar aquí.
La utopía no es sólo lo ideal e irrealizable, debe tener como condición ser algo positivo ineludiblemente. Para mí la utopía es ese imaginario con el que soñamos despiertos y que puede ser de cualquier ámbito. Si la democracia como sistema es utópica entonces me atrevería a decir que el matrimonio lo es también, el amor eterno, los chefs que siempre cocinan bien, los jardines donde las plantas nunca mueren, los niños que siempre serán felices.
La naturaleza humana es particularmente curiosa. Siempre imaginamos cosas ajenas a lo que vemos y palpamos y no importa lo difícil o dolorosa de nuestra situación, es la esperanza por una utopía lo que nos mantiene en la lucha por el siguiente día.
Las estadísticas no fallan, los periódicos lo reportan todos los días y sin embargo seguimos creyendo. La utopía del amor eterno nos hace recuperarnos del desamor que casi mata y volvernos a enamorar, la utopía del matrimonio nos hace dar un salto de fe y rifárnosla por un ser ajeno a nosotros pero con el que buscamos ser uno, la utopía del amor … ésa es mi favorita.
No importa cuántas veces nos hayan dicho y demostrado que el amor es sólo una reacción química que como enamoramiento dura sólo dos años y luego se convierte en ¨amor fraternal¨, no importa, el arquetipo del amor, la utopía de ese amor que mueve montañas, que es poderoso, que todo lo puede, con el que todo se resiste persiste en nosotros y nos hace seguir luchando por tenerlo o por mantenerlo.
Si el amor es una utopía, un sistema ideal inalcanzable, prefiero seguir en la lucha utópica que en la somnolencia palpable, prefiero perseguir a paso veloz el ¨pudiera ser¨ que vivir torturándome con el ¨pudo ser¨.
La utopía … ahora que lo pienso, no es más que la esperanza de que llegue algo mejor, que en momentos parece inalcanzable porque es perfecto … pero la perfección y la felicidad es relativa y eso hace que el amor deje de ser utopía y se convierta en realidad … aunque sea por un momento.Bienvenidos a UTOPÍA … donde todo es posible, hasta lo utópico.
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